El 18 de junio, sobre las 16:45 de la tarde en la Ermita de Santo Domingo de Las Palmas de Gran Canaria la pareja se daba el “jawort”. Ella, en alemán; él, en español. Una boda multicultural, que demuestra que el amor ha hecho más por Europa que todos los políticos e instituciones de la Unión.
Ya oficialmente casados, Laura y Jan sobre las rocas de Bañaderos, en el extremo norte de la isla, miraban al horizonte sobre la espuma de las olas y parecían sentirse un poco más cerca de casa, de su otra casa. A los invitados, algunos con miles de kilómetros a sus espaldas, no les importó hacer un par de ellos más para disfrutar de la celebración en la Hacienda del Buen Suceso.
Hubo risas, bailes, folklore alemán, anécdotas y como no, un vals. Y los globos ardiendo sobrevolaron las plataneras. Como palomas mensajeras cargadas de buenos deseos en la inmensidad de la noche. “Hoch lebe das Brautpaar!"
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